viernes, 11 de septiembre de 2009

TURBACIÓN

Me asusta el doble sentido de las palabras... el asfalto mojado de la carretera de vuelta a casa... me angustia que mi acantilado se me olvide, o me caiga por él... me dan recelo los comienzos y me aterran los finales... me asusta la inestabilidad y no soportaría permanecer quieto... me asusta que sea la última calada y me arrepiento de haber dado la primera... tengo miedo de no escribir nunca más... y quisiera que las palabras fuesen sólo eso... palabras... desconfío de la gente que no te aprieta la mano al saludar... me estremecen los ojos con los que sueño y me asusta olvidarlos para siempre... me asusta tener miedo y sin él, estoy seguro, me sumiría en la inseguridad... me asusta que se vaya de mi lado para siempre y no tengo el valor para decírselo por si se va... me da miedo este mundo de cuerdos y que con su mentira enloquecen al resto... me da pena que se mueran las flores... y nuestra tierra ya no sea verde... y nuestro mar no sea azul... no soportaría dejar de hablar, y a veces desearía que todos fuésemos mudos... me atemoriza que se mueran idiomas... que ya no te sepa abrazar... me asustan muchas respuestas y me agobia el poder quedarme algún día sin preguntas... me entristece el vacío entre semejantes, la incomprensión de las nubes negras y la egolatría del día soleado... me asusta la velocidad sin apreciar el paisaje, la prosa demasiado ordenada, las frases calculadas... odio el conformismo y me da miedo la indefensión de la rebeldía... me asusta el sótano eterno en el que nuestra mente está sumida, los versos sin mensaje y la lucha sin amor...
Tengo miedo del amor concebido como un sentimiento nada más... me asusta la mentira disfrazada de verdad; pensar que a lo mejor me tenga que marchar y vuelva siendo un desconocido, y no recuerde este sitio; perder lo que aprendí y que olviden lo que pude enseñar… Me asustan tantas cosas…a veces me asusta la memoria, el recuerdo… pero sin él no podríamos soportar un día en este paradójico mundo...

Me asusta de todo nada... y me asusta la nada porque, en ella, tampoco estarías tú...

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