viernes, 19 de junio de 2009



Corazón de mimbre


Preguntas curiosas siempre del porqué,

del ensordecer de las aceras

en las que acababa posado

ofreciendo chasco,

peinando botellas

con los mechones de mis penas.

Enfrascando el corazón

en el más absoluto de los exilios,

surcando latidos,

sueños más liosos que zarcillos,

trenzando versos que siempre fueron nada...

aunque...

me enorgullece ser algo volátil en su aliento,

deshaciendo y rehaciendo

como un peñasco de invierno

noche tras noche marabunta de recuerdos.

Me preguntaba del latir,

del olvido,

del tembleque del existir

y del rincón a donde van las condenas,

de las frases del saludo y de las hostias de las despedidas.

Me preguntaba…sin pretender respuestas,

sin presumir verdades, sin negar mentiras,

del porqué del amanecer

y del nacer de una mirada

en un corazón que ya sé que no está roto

livianas costuras ataron rendijas que quedaban abiertas

amargos versos,

dueños y patrones de mi corazón de mimbre,

que, aunque se eleven los temporales,

se doblará antes que partirse.

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