
Corazón de mimbre
Preguntas curiosas siempre del porqué,
del ensordecer de las aceras
en las que acababa posado
ofreciendo chasco,
peinando botellas
con los mechones de mis penas.
Enfrascando el corazón
en el más absoluto de los exilios,
surcando latidos,
sueños más liosos que zarcillos,
trenzando versos que siempre fueron nada...
aunque...
me enorgullece ser algo volátil en su aliento,
deshaciendo y rehaciendo
como un peñasco de invierno
noche tras noche marabunta de recuerdos.
Me preguntaba del latir,
del olvido,
del tembleque del existir
y del rincón a donde van las condenas,
de las frases del saludo y de las hostias de las despedidas.
Me preguntaba…sin pretender respuestas,
sin presumir verdades, sin negar mentiras,
del porqué del amanecer
y del nacer de una mirada
en un corazón que ya sé que no está roto
livianas costuras ataron rendijas que quedaban abiertas
amargos versos,
dueños y patrones de mi corazón de mimbre,
que, aunque se eleven los temporales,
se doblará antes que partirse.
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