
CENIZAS DE FUEGO
Miran las gotas de lluvia
como sensuales penas
a través de la ventana,
tiñendo el silencio
porque suele perseguir el invierno
el frío vacío de esta cama.
Vive bajo el recuerdo
y atado al capricho de tu distancia,
aunque sabe que puede que ya no haya pelea
entre el tacto de sus manos
por el destino de tu pelo
que sólo fue una partida a medias.
Temor o recelo,
dudas...
un día secadas por aquellos besos,
que sólo fueron cenizas de fuego,
palabras disipadas
y miradas de un susurrado “te quiero”.
Al calor de la madrugada
vendrán recibos de la partida jugada,
de unos buenos días
que quise tener sólo para tu mirada,
y se quedan entre estas líneas
esperando el abrazo en la mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario