miércoles, 1 de julio de 2009


Las calles mojadas,
de brillo lluvioso empapadas,
susurran, echan de menos,
dicen y callan tanto...
el movimiento firme de tus pasos.

Aunque tú no me creas,
aunque niegues que lo sepas,
el latido no miente,
no sabe, no puede,
ni siquiera....
para otro lado mirar.

Para otros la mentira,
el polvo de tu ausencia,
a las ganas de reencontrarte,
a mi alma enmarañada.

Para nadie mis labios,
que no quieren herir mi fuego
que espera hoguera en tus manos.
Y para nadie...
apagar la luz del sol de nuestra mañana

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